Quiero
compartir con vosotros una experiencia que en su tiempo publiqué en otro blog:
A
veces, doy reiki cuando alguien muere, para que le facilite su
tránsito...suelo hacerlo.
Cuando
me enteré de la muerte de Mercedes Sosa, aquella misma tarde comencé
a enviarle reiki...no lo conseguí, no conectaba con ella. La tarde
del domingo también lo intenté... Mientras le he dado reiki a
Mercedes Sosa, he notado una gran resistencia a querer marcharse,
creo que en los últimos días han sido tanta la gente que ha
escuchado su canción de : Gracias a la vida...que ella se ha sentido
enganchada también, enganchada a la vida, enganchada a nuestros
ruegos de no quedarnos sin ella.
Nosotros
la vamos a tener siempre y ahora debemos dejarla marchar en paz.
Respiren
profúndamente, cierren los ojos y visualicen a Mercedes
transformada en una gran esfera de luz que sale del agua y que
con todas nuestras manos juntas la alzamos hacía arriba,
despegándola de la tierra y a la vez dándole las gracias por
todo lo que nos ha regalado.
Creo
que nuestro grupo puede sintonizar con su energía y esto sin duda le
facilitará su tránsito.
No
olvidéis de darle las gracias y aconsejarle el camino hacia las
estrellas.
Por tercera vez le di reiki y entonces sí que la vi:
Estaba
atada a un árbol cuyas raices salían del centro de la tierra y el
tronco lo formaban muchísimas manos. Con cuidado fui
desatándola y dándole las gracias, poco a poco se fue quedando
libre y se desprendió de las que le amarraban las muñecas.
Le dije si quería transmitirme algo y comenzó:
Le dije si quería transmitirme algo y comenzó:
Abrió
sus manos me mostró una esmeralda enorme y preciosa.
Vino
a mis ojos una manzana comida a grandes bocados y apurada hasta
su corazón.
Después
vi algo que me alarmó, una persona que caía desde la cabina de un
avión como si fuera un muñeco de trapo.
Y
continuó, abriendo de nuevo las manos y mostrándome una paloma , no
de papel, de luz,
Después
de estos cuatro símbolos, se acercaron dos figuras con mantos que le
cubrían desde la cabeza, la cogieron con mucho cariño un brazo en
la cintura y otro en los hombros y como si fueran hablando se
alejaron y comenzaron a subir una escalera de caracol.
Cuando
llegaron muy arriba apareció una luz que se fue extendiendo por todo
el cielo, como una aurora boreal del color de su esmeralda, verde.
La interpretación que hice de estos símbolos es que ella que recordaba los sucesos de las muertes violentas ocurridas en subamérica nos alentaba a tener esperanza, sin olvidar a la gente que había dado su vida por la libertad, no una libertad de papel, sino de luz. Ella, que vivió la vida a grandes mordiscos, como mordió la manzana, nos dejó al final su esmeralda, esperanza que dejó sobre nosotros en forma de aurora boreal.
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