martes, 19 de enero de 2010

Quién mejor para explicároslo que Emilio.

El fin de semana pasado asistí a una conferencia de Rafael López Guerrero, nustros cerebros y nuestros corazones se llenaron de sabiduría, os copio una aportación que hace Emilio Carrillo, del que ya os he hablado y tenéis el enlace de su blog, no dejéis de echarle un vistazo, os interesará.

Nueva consciencia: solicitud de aportaciones para construirla entre tod@s


La Sala de los Espejos y la red consciencial
Es obvio que asistimos a una colosal crisis de carácter multidimensional (económica, alimentaria, ecológica, cultura, social, de valores,…). ¿A dónde nos conducirá?. No pretendo ser adivino, pero si puedo asegurar dos cosas en cuanto a su gestación y desenvolvimiento: por un lado, que la crisis obedece a los intereses y desatinos de una élite minoritaria; y, por otro, que coincide con la aparición y desarrollo de una nueva consciencia en el seno de la Humanidad y en el interior de cientos de millones de personas.
De hecho, la luz surge al armonizar lo negativo con lo positivo. Y una crisis tan profunda coadyuva a que hasta el más dormido despierte y el más ciego recupere la vista. Los mayas describieron bien el momento presente con la metáfora de la “Sala de los Espejos”, pues los hechos del ahora colocan ante el espejo a la Humanidad y a cada ser humano El que no se percate de la realidad -y, consiguientemente, de la apremiante necesidad de generar una metamorfosis que la transforme de raíz-, no será porque se la estén ocultando, sino, sencillamente, porque no quiera verla.
Somos multitud los que intuimos, sentimos y sabemos que otro mundo mejor es posible mediante ojos nuevos para un mundo nuevo. Y que esos ojos nuevos sólo se alcanzarán con el cambio interior –espiritual y ético- de cada persona y el compromiso social centrado en el Amor que de ello deriva de forma natural. Es así como está emanando una novedosa visión y una nueva consciencia que se abre paso en la Humanidad a modo de red: una auténtica red consciencial.
Es crucial percatarse de que tal red es absolutamente ajena a los usos y estructuras piramidales tradicionales y los instrumentos y reglas del poder establecido. De ahí que su extensión y consolidación no va contra nada ni contra nadie y supera el juego de los dualismos y oposiciones en los que la élite fundamenta su dominio. Por tanto, la red no es antisistema, ni sabe de resentimientos. Hay un mundo de los muertos, conformado por la visión y el sistema dominantes, sus herramientas e instituciones y las personas inmersas en su escala de valores y su dinámica demente. Y hay un mundo de seres humanos despiertos o que comienzan a despertar: personas cada vez más conscientes y dispuestas a construir un mundo nuevo basado en un Amor tan Incondicional e inmenso que se extiende a todo y a todos, incluso a los que están muertos, para que, ojalá, resuciten en vida.
La red consciencial está, además, en completa sintonía con la Madre Tierra. Es más, se nutre de la excepcional energía que nuestro planeta recibe en la actualidad del Sol y del Centro Galáctico. Una energía vibratoria, frecuencial y electromagnética que se distribuye por la ionosfera, llega a cada ser humano por esa auténtica antena de radiofrecuencia que es la glándula pineal y activa componentes durmientes de nuestro ADN sutil (que constituye el 97% del total). Lo que, además de aportar fuerza consciencial a cada uno y a la red en su globalidad, potencia nuevas formas de comunicación entre las personas y de éstas con el Cosmos, aumentando nuestras capacidades mentales, telepáticas, intuitivas e inspirativas: un hermoso y enorme sistema de telecomunicación transpersonal que contribuye al perfecto funcionamiento de la red.
Ésta rompe, por tanto, las fronteras políticas, étnicas y religiosas que hasta ahora han dividido y confrontado a los seres humanos y contempla el mundo en clave de unidad e interdependencia, conjugando el verbo compartir. Fluye por ella la solidaridad, la generosidad, la participación, la creatividad, el entusiasmo, la reducción de las necesidades de cada uno a niveles de sentido común, la utilización de las tecnologías en beneficio de la mayoría, la promoción y uso masivo de las energías libres y, como se ha apuntado, la capacidad para expandir nuestros sentimientos, intuiciones e inspiraciones y todas nuestras facultades físicas, mentales y espirituales.
Siente la nueva consciencia en el fondo de tu corazón y en la profundidad de tu Ser. Nótala como energía electromagnética y vibratoria: una armonía de Paz infinita que resuena con potencia en la hondura de tu Silencio y se desborda hacia todo lo que te rodea como perfume de Amor. Abre tus ojos, llénalos de luz y vive en el ahora el mundo nuevo que construyes desde tu interior.
Plasmación concreta de la nueva consciencia
A partir de todo lo cual, ha llegado el momento de que empecemos a materializar la nueva consciencia en lo específico y cotidiano: en nuestra vidas, en la familia, en la sociedad, en la economía, en la gestión de la cosa pública, en el quehacer científico,…; a escala local y escala global. ¿Cómo hacerlo?. Pues entre tod@s. No puede ser de otra forma. Y como modesta contribución a ello, a partir de ahora se van a recoger y divulgar en el Blog aportaciones de cualquier persona que se dirijan, precisamente, a esa plasmación concreta y efectiva de la nueva consciencia y de la red consciencial.
Por esto, os invito a que me remitáis reflexiones y propuestas al respecto (artículos, escritos, comentarios,…), sean vuestras o bien de otr@s, pero que os han llamado la atención (en cuyo caso, lógicamente, haremos referencia a la fuente: autor y medio en el que se ha publicado). Hacerlo, por favor, enviando vuestras aportaciones a esta dirección de correo electrónico: EMCARRI@terra.es
Os animo a ello. Os animo a construir el nuevo mundo: el que nos corresponde como Seres de Luz.
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