Del libro "Las 108 Perlas del Sol" de Daniel Lumera
La Luz solar es uno de los medicamentos más potentes que el ser humano puede usar de forma gratuita, pero esta posibilidad se desconoce o no se conoce ni se utiliza en amplia escala.
A veces me pregunto si la razón de esta escasa información se encuentre en los intereses económicos de las multinacionales y en el hecho que la luz del sol no se puede patentar.
Los remedios naturales más simples por lo general se desconocen o no se utilizan porque se consideran otros métodos más rápidos y eficaces: medicamentos sintéticos y remedios artificiales.
La luz es un verdadero alimento para nuestro cuerpo y nuestro ser, tan es así que una mala iluminación causa los mismos efectos de una mala alimentación: el hombre se pone pálido, apático, tiende a la depresión y reduce su energía vital, la eficiencia del sistema inmunitario disminuye y se verifica la tendencia a engordar.
Una escasa exposición a la luz solar crea una serie infinita de problemáticas que se pueden manifestar en el plano físico, emocional, en la calidad de los pensamientos y, en general, en el estilo de vida.
Rigurosos estudios científicos demuestran el enorme potencial terapéutico de la luz y evidencian cómo la cantidad de luz a la cual el hombre se expone diariamente influencia enormemente en su vitalidad y su estado de salud. Naturalmente es muy importante exponerse a la luz en tiempos y modalidades correctas.
He aquí un breve listado de los efectos positivos de una regular y correcta exposición:
* Mejora la resistencia física
* Mejora la capacidad de atención y aprendizaje
* Mejora el sistema inmunitario
* Mejora la calidad de las emociones
* Mejora la tolerancia a la fatiga y al estrés
* Reduce las actitudes agresivas y mejora el carácter
* Regulariza los impulsos hambre/sed/sueño (reduce el hambre y el apetito compulsivo)
* Mejora los tiempos de recuperación de situaciones de fatiga y enfermedades
* Es eficaz en la cura de la psoriasis (por medio de los rayos ultravioletas)
* Tiene una acción preventiva en el riesgo de tumores
* Mejora el crecimiento y el desarrollo
* Mejora la capacidad de aprendizaje, memoria e inteligencia
* Reduce el colesterol en la sangre
* Incrementa la testosterona en los hombres y la progesterona en las mujeres
* Produce vitamina D (absorción de calcio y minerales)
* Tiene una acción germicida en el caso de enfermedades infecciosas
* Regulariza los ciclos de sueño y el reloj biológico
* Mejora la circulación epidérmica (acción reafirmante)
* Aumenta la libido y las capacidades reproductivas
* Mejora la circulación (capacidad de transportar el oxígeno de la sangre)
* Tiene efectos terapéuticos en artritis, reumatismos, artrosis
* Mejora la visión
* Reduce la necesidad de consumir drogas y alcohol
Para intuir aún más el enorme potencial armonizador de la luz basta con considerar que ya sólo visualizándola se producen efectos benéficos en el cuerpo, en las emociones y pensamientos.
El ser humano nace para vivir en un ambiente iluminado por el sol, y por lo tanto logra aprovechar de la mejor forma posible su potencial cuando conduce un "estilo de vida solar", o sea con una presencia diaria suficiente de luz solar.
Experimentos controlados efectuados en niños de la escuela primaria han demostrado que la luz solar produce un incremento del crecimiento, la reducción de las caries, el aumento de la memoria, de la concentración y la inteligencia. Los niños expuestos a una mejor iluminación desarrollaban capacidades físicas y psíquicas superiores.
EL SECRETO DE LA LUZ DEL SOL
Las características de la luz del sol son distintas de las de una iluminación artificial comunmente usada en las casas y las oficinas.
La Luz del sol se constituye de un espectro de radiación luminosa, o sea de distintas frecuencias. El espectro solar varía de los rayos ultravioleta (hasta 400nm), al espectro visible a nuestros ojos (de 400 hasta 700nm), y del infrarrojo (superior a 700nm).
Esta amplia variabilidad del espectro solar determina sus características curativas y energéticas. La luz artificial, por el contrario, no posee el ultravioleta y además tiene muchas frecuencias distorsionadas; por lo tanto exponerse a esta luz por largos periodos, sustituyéndola a la del sol, puede provocar muchos efectos negativos en varios niveles.
Estas patologías parecen derivar de un estilo de vida "poco luminoso", pero la medicina oficial trata resolver estos desequilibrios con fármacos y tratamientos químicos, en lugar de llevar a cabo una acción preventiva o curativa por medio de una correcta exposición a la luz solar para reestablecer un organismo con una función regular y bien "alimentado".
En definitiva la atención no debería concentrarse en los efectos terapéuticos de la luz del sol, sino en los desequilibrios determinados por su ausencia.
Tan sólo hasta un siglo atrás el ser humano estaba mucho más ligado a los ciclos de la naturaleza y vivía más tiempo al aire libre. Algunas estadísticas evidencian que la frecuencia de las enfermedades más comunes (fiebre y resfrío) y de la depresión ha aumentado progresivamente con el aumento de la exposición a la luz artificial, típica de las oficinas y de los lugares donde cada vez más gente pasa amplios periodos del año.
Existe por lo tanto un círculo vicioso en el cual se encuentran muchas personas: la luz solar es un alimento gratuito y fundamental para una calidad de vida saludable y equilibrada - el estilo de vida que propone nuestra sociedad la mayoría de las veces no permite una correcta y adecuada exposición a la luz - esto determina un notable aumento del porcentaje de enfermedades y dolencias físicas y mentales - tales desequilibrios se tratan con medicamentos químicos y artificiales, muchos de los cuales producen efectos colaterales que provocan a su vez ulteriores desequilibrios.
He aquí algunas reflexiones:
* No obstante se descubran nuevos medicamentos, cada vez más potentes y específicos, la gente hoy se enferma con más frecuencia respecto a cuando había un contacto mayor con la naturaleza.
* No obstante los enormes progresos alcanzados por la ciencia en el ámbito médico, el número de los enfermos en escala global no ha bajado.
* ¿Han reducido los descubrimientos médicos el sufrimiento en escala global? La respuesta es no. Es cierto que han reducido y vencido muchos males, pero ¿Cuántas más enfermedades han surgido? ¿Cuántas más enfermedades se presentan a raíz de los efectos colaterales de los fármacos utilizados para curarse?
* Si dejamos de razonar egoístamente y pensamos en el género humano en escala planetaria, ¿ la medicina oficial ha reducido verdaderamente la incidencia de las enfermedades? La respuesta es no.
* ¿La verdadera ciencia es la que cuida los intereses de las multinacionales o la de los investigadores que trabajan realmente para el bien de la comunidad, y no sólo de su billetera?
Un estilo de vida "solar" basado en el uso consciente de la luz podría mejorar no sólo las condiciones de salud en general, sino reducir y prevenir muchos desequilibrios.
Lo que pasa comúnmente es que el ser humano lleva un estilo de vida no saludable, pretendiendo que el fármaco resuelva los problemas que el cuerpo señala, con el fin de poder seguir llevando ese mismo estilo de vida. La química tiene un poder inmenso, pero no hay que utilizarla desequilibradamente, por ejemplo para no sentir las necesidades de nuestro cuerpo y seguir viviendo en condiciones alteradas e innaturales.
El género humano tiene la tendencia a no escuchar las alarmas de su cuerpo y las dolencias de sus emociones.
Si estuvieras de viaje con tu coche y de repente se encendiera la luz roja de los frenos, ¿qué harías? ¿Quitarías la lamparita roja para no ver la señal o cambiarías los frenos para no chocar?
Las enfermedades del cuerpo humano son señales que nos invitan a cambiar, mirarnos, conocernos. Ignorarlas o sedarlas con fármacos no resuelve el problema, su origen, que de una manera u otra volverá a presentarse. Es necesario empezar a escucharse y comprender estos mensajes.
Esto no quiere decir dejar de asumir los medicamentos químicos, sino simplemente no abandonarse a un uso descontrolado y mejorar el propio estilo de vida.
¿El Sol: Enemigo o Amigo?
La luz solar es un remedio simple y gratuito y además cumple una acción preventiva hacia todo tipo de desequilibrio. Por medio de un equilibrado estilo de vida "solar" las personas podrían llevar una vida más saludable, enfermarse menos y consumir menos medicamentos. Pero esto podría reducir las ganancias de las
multinacionales farmacéuticas...
¿Los rayos solare son responsables del cáncer de la piel (Melanoma Cutáneo)?
Una masiva campaña de información ha evidenciado los peligros de la exposición a la luz solar:
* ¡La Agencia para la Protección Ambiental Americana sugiere una protección de los rayos ultravioleta cada vez te encuentres al aire libre!
* Una notable campaña publicitaria antes de cada verano (Televisión, radio, diarios) sugiere usar productos protectores contra los rayos ultravioleta del sol, que causarían cánceres a la piel.
* Algunos Estudios científicos ejecutados en animales con un uso masivo de rayos ultravioleta evidencian la relación entre luz solar y melanoma cutáneo. A tales estudios se le habría dado una notable relevancia en publicaciones así como en los medios de comunicación.
Los hechos demuestran lo opuesto: la luz solar y los rayos UV tendrían un efecto reductivo en el porcentaje de incidencia del melanoma. En la última década del pasado milenio la mortalidad por melanoma en Italia ha sido el doble en las regiones del norte respecto a las del sur, donde la irradiación promedio anual presenta valores notablemente mayores y donde, además, un número mayor de personas trabajan la tierra.
Por lo tanto donde la población está más expuesta a la acción del sol la incidencia del melanoma se reduce hasta a la mitad. Esto se puede verificar incluso en los casos de países europeos, donde, en las zonas menos iluminadas, aumenta la casuística.
Mucho clamor por los posibles efectos nocivos del sol, pero ninguna información relativa a los estudios efectuados sobre algunas de las propiedades extraordinarias de los rayos UV:
* Reducen el colesterol
* Bajan la presión sanguínea
* Mejoran los valores hemáticos
* Estimulan la reducción del peso en exceso
* Son eficaces en el tratamiento de la psoriasis
* Son óptimas en la cura de numerosas patologías del aparato respiratorio
* Mejoran la eficacia del sistema inmunológico
* Activan la producción de la vitamina D3, que permite una correcta absorción del calcio
¿Pero entonces, que el sol haga daño es un error o una realidad?
¿El verdadero problema está en nuestro estilo de vida o en la luz solar?
El verdadero peligro de la exposición veraniega a los rayos del sol consiste en el hecho que durante los meses invernales el cuerpo no sólo no recibe una cantidad suficiente de alimento luz, sino que además se expone a una iluminación artificial insuficiente. Esta falta de gradualidad, constancia y equilibrio, provoca una
incapacidad cada vez mayor de adaptación, con todos los problemas relativos.
En lugar de llenarse de cremas protectoras, la mayoría de las cuales contienen sustancias nocivas, sería más correcto exponerse con más frecuencia y constancia a la luz solar durante todo el transcurso del año.
Por parte de los medios nunca se ha puesto la mínima atención en las sustancias tóxicas presentes en las cremas solares, en el hecho que provoquen radicales libres y, sobretodo, en el enorme lucro económico que hay detrás de estos productos.
Una correcta exposición a la luz solar es fundamental para la correcta función del organismo humano, para una sana vitalidad y emociones equilibradas.
El agua, como la luz, es un elemento fundamental para nuestra supervivencia.
A la pregunta "¿El agua hace daño?" el 99% de las personas contesta que no. Sólo el 1% de las personas ha contestado con una respuesta de este tipo: "Depende, si tomas 50 litros de agua te mueres, porque el agua se convierte en veneno. Pero también si dejas de tomar por tres días y luego tomas dos litros de agua, te mueres.". Esta respuesta evidencia un aspecto fundamental que hay que aplicar a la luz: una correcta modalidad de tomar la luz solar se basa en la constancia gradual y no en indigestiones de luz.
Muchas personas durante todo el invierno se encierran en ambientes iluminados artificialmente, exponiéndose a la luz solar sólo durante unos pocos minutos por día, y luego, en los meses veraniegos someten su cuerpo a niveles de exposición que superan las seis horas diarias. De esta manera su cuerpo se somete a un periodo muy intenso y a otro de casi total ausencia de luz solar. Es como si comieran por dos meses tres kilos de pasta por día y luego pasaran los otros diez meses casi ayunando. El cuerpo lo
padecería. Una exposición intensa al sol, si carece de gradualidad y constancia, incluso en los meses invernales, podría generar desequilibrio.
Como todo alimento y medicamento, también la luz solar hay que saberla dosificar. Existen horas y tiempos adecuados para evitar una excesiva recepción y eventuales efectos negativos.
Autor: Daniel Lumera
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Reedición y correcciones: www.caminosalser.com