domingo, 25 de julio de 2010

Contar las experiencias

Acabo de escuchar a Rafael Escudero, me ayuda mucho al ver que hay palabras llenas de fundamento  que avalan una realidad consciente, me siento más segura al ver que mis experiencias entra en una explicación científica avanzada, fuera los miedos y los complejos, os voy a contar algo.
Se llama V. llegué a saber de ella porque apareció en las páginas en las que solicitan reiki a distancia, había muerto su abuela y se sentía muy mal, verdaderamente mal.

Me presté a darle reiki y visualicé que no era el dolor por la pérdida de su abuela lo que más le afectaba, visualicé una habitación cerrada, con remiendo en las paredes y los ladrillos vistos, en ella un potrillo blanco corría desesperado, preso en la habitación, al instante se acercó a una yegua negra y quiso acariciarla, sin embargo la yegua rechazó el gesto con un movimiento brusco de cabeza, soltando las crines al aire.
Se lo comenté a V. y efectivamente su infancia había transcurrido en una habitación como la que le había descrito y su madre nunca le había hecho una muestra de cariño, la rehuía. Además eran numerosas las ocasiones en que sus padres se peleaban y ella vivía con culpa y desamor.
Poco a poco y con reiki V. llegó a entender la situación de su infancia y a perdonar con mucho a mor a su madre.

Pero todavía quedaba algo: V. sufría de momentos de angustia que le hacía perder el conocimiento.

1 comentario:

  1. Me he emocionado leyendote Meli...
    Asi es, ni siquiera yo misma sabia que me pasaba, el único motor al que yo me sentia enganchada entonces era mi abuela, la cual me habia criado de pequeña, perdi el cariño maternal, que podia tener en aquel momento.
    Mendigando el amor de mi madre que una y otra vez me habia rechazado, si yo saber porque, me quede a la deriva, sin saber que hacer, sin saber a donde ir, y muy importante sin saber ni siquiera que era ni quien era.Me costo mucho, perdonarla, mucho, y conste decir que soy de perdon fácil, pero estaba tan herida, y me encontraba tan terriblemente sola, que necesitaba que alguien me guiara, y alli estabas tú.Sabes que crei morirme, pero poco, a poco, trabajandome dia tras dia, con tu ayuda, cuando le dije como me sentia, verdaderamente, lo mal que me habia hecho sentir, la acepte a ella, y me acepte a mi, a partir de ahi, el perdón vino, primeramente a ella, por todo lo que me habia hecho, por crear una culpabilidad en mi inexistente, y luego me acepte y me perdone a mi misma, por creerme esa culpabilidad.
    A dia de hoy, vivo en mi casa, la casa donde pasarón tantas y tantas cosas, la pared de mi salón, esta hecha de ladrillo visto, pero no soy un potrillo y me he dado cuenta, ahora he creado en mi casa lo que núnca tuve, MI FAMILIA.

    Gracias, Meli.

    V.

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